Antioquia
Grupos armados estarían ofreciendo hasta $3 millones por atentados contra la Fuerza Pública en Antioquia
En medio de una escalada de violencia en Antioquia, grupos armados estarían pagando hasta $3 millones por atentados contra uniformados. Desde el 15 de abril se han registrado 10 ataques, dejando tres policías muertos y al menos 19 heridos en seis subregiones del departamento.
La situación de orden público en Antioquia atraviesa un periodo crítico. Según las autoridades, estructuras armadas estarían ofreciendo entre dos y tres millones de pesos a menores de edad y jóvenes para atentar contra integrantes de la Fuerza Pública, como parte de una estrategia de retaliación tras la muerte de José Miguel Demoya Hernández, alias ‘Chirimoya’, cabecilla del Clan del Golfo, abatido el pasado 5 de abril en La Apartada, Córdoba.
El coronel Óscar Mauricio Rico Guzmán, comandante del Departamento de Policía Antioquia, explicó que “el pago depende del tipo de atentado, de los elementos usados y del impacto mediático que logre generar”. El oficial advirtió que, aunque se ofrecen altas sumas, los grupos ilegales terminan instrumentalizando a menores y jóvenes incautos para su promoción dentro de las estructuras criminales.
Entre el 15 y el 22 de abril se han registrado diez atentados en las subregiones del Suroeste, Norte, Nordeste, Occidente, Bajo Cauca y Urabá, dejando tres policías asesinados y cerca de treinta personas heridas, entre uniformados y civiles.
El martes 22 de abril se registraron cuatro ataques en menos de 24 horas. Una patrulla fue atacada con explosivos en Ebéjico, dejando dos uniformados heridos. Minutos después, otra patrulla fue baleada en pleno parque principal de Vegachí, donde un policía resultó lesionado. Ese mismo día, se reportaron ataques armados contra patrullas en Caucasia y El Bagre, en el Bajo Cauca antioqueño.
Frente a esta situación, la Gobernación de Antioquia reiteró el ofrecimiento de hasta 100 millones de pesos de recompensa por información que permita capturar a los responsables. El secretario de Seguridad, Justicia y Paz del departamento, Luis Eduardo Martínez, indicó que “toda la Policía en Antioquia está advertida para extremar al máximo las medidas de seguridad”.
Las autoridades señalaron que los atentados se concentran en los municipios de Chigorodó, Murindó, Vegachí, Ebéjico, San Pedro de los Milagros, Salgar, Carepa, Uramita, Remedios y El Bagre.
De acuerdo con las autoridades, los ataques recientes son una reacción del Clan del Golfo a la baja de uno de sus principales cabecillas. Martínez descartó que se trate de un “plan pistola” estructurado como en el pasado, y señaló que el objetivo de los grupos ilegales sigue siendo “el enriquecimiento a través de las rentas criminales, como la minería ilegal y el microtráfico”.
Desde el 15 de abril, los ataques han dejado tres policías asesinados: el subintendente Deimer Díaz en Carepa, el subintendente Nelson Humberto Cárdenas Montoya en Salgar, y el patrullero Jorge Luis García en Chigorodó. Además, al menos veinte integrantes de la Fuerza Pública, incluyendo un soldado regular, y diez civiles han resultado heridos.
